La relación de amor-odio entre la Unión Europea y Apple está más tensa que nunca. La empresa de Cupertino ya ha tenido que ceder en aspectos clave como el conector USB-C y la apertura a tiendas alternativas en el iPhone. Ahora, la Comisión Europea quiere más: acceso a notificaciones de iOS para dispositivos de terceros, apertura de AirDrop y AirPlay, acceso automático a redes Wi-Fi y habilitar el chip NFC para otros fabricantes.
Estos cambios, que podrían llegar con iOS 19 o iOS 20 entre 2025 y 2026, amenazan con diluir la esencia del iPhone. Apple ha respondido con firmeza, rechazando las exigencias y advirtiendo que estas medidas perjudican su capacidad de innovación y la seguridad de los usuarios.
«Las decisiones de hoy nos envuelven en trámites burocráticos, lo que ralentiza la capacidad de Apple para innovar para los usuarios europeos», declaró la compañía a 9to5mac.
La preocupación principal de Apple es la privacidad. Por ejemplo, permitir que dispositivos de terceros gestionen notificaciones podría comprometer el cifrado y las protecciones que actualmente ofrece iOS.
Es comprensible que Apple esté cansada de las crecientes exigencias regulatorias. Aunque una retirada del mercado europeo parece improbable, el choque con la UE plantea un dilema: ¿puede el iPhone seguir siendo único si Apple cede en todo? Este pulso no solo afecta a la compañía, también podría cambiar la experiencia de los usuarios tal como la conocemos.
Veremos cómo evoluciona este enfrentamiento, pero una cosa está clara: las tensiones no van a desaparecer pronto.